27 de abril de 2013

Semana 1: Bernidorm - Albacete (225 km)

Sábado, 20 de abril
DÍA 1: De Benidorm a Relleu (30 km)
El primer día de este Camino, como ya os hemos contado, fue muy emocionante. Muchas personas acudieron a la Iglesia de San Jaime a despedir a los peregrinos y otros tantos realizamos, parte o completamente, el recorrido de Benidorm a Relleu, afortunadamente, sin ninguna incidencia que lamentar.


Una vez allí, y tras un merecido refrigerio y la foto de rigor, nos despedimos de los siete amigos que continuarían el Camino al día siguiente. Un autobús nos condujo de vuelta a Benidorm. Gracias, una vez más, al Ayuntamiento de Benidorm por su apoyo para que todo saliera a la perfección.


Una cena entrañable con mil anécdotas despidió el día...

Noche en el Parque de Bomberos


Domingo, 21 de abril
DÍA 2: De Relleu a Torremanzanas  (18.9 km)
Una corta pero dura etapa que realizaron Juan, Álvaro, Dorrit, Elidio, Manolo, Francis y Adrián. Tras la misma, abandonaron el Camino Dorrit, Manolo y Francis. Adrián se desplazaba a dormir a Alicante para cumplir puntual con su programa en Radio María y poder reincorporarse al grupo al día siguiente. El resto se quedaron en el Hogar del Pensionista de Torremanzanas alternando con los paisanos. La noche la pasaron divinamente en el albergue del pueblo.

El grupo camino  de Torremanzanas
Un pequeño descanso para reponer fuerzas

El grupo en Torremanzanas


Lunes, 22 de abril
DÍA 3: De Torremanzanas a Onil (30.3 km)
La subida a la Carrasqueta, como no podía ser de otra forma, se presentó bastante complicada. Una vez en Ibi, y tras la reincorporación de Adrián y la bienvenida a Mocho (de Onil) emprendieron los peregrinos su ruta hasta llegar al destino por una preciosa y sencilla vía verde, antiguo trazado del tren. Al llegar a Onil, les esperaba una grata sorpresa: el día grande de las Fiestas con hogueras en "el carrer, amb xulles i tot"; el sueño de todo peregrino al finalizar la jornada, un buen manjar  para recomponer las fuerzas. El hijo de Mocho ejerció de gran anfitrión. 

Martes, 23 de abril
DÍA 4: De Onil a Caudete (39 km)
El grupo despertó con unos fríos 8 grados y partió sin demora a las 7:25 horas tras el suculento desayuno con el que les obsequió Mocho, que les ha tratado de cine durante su estancia en Onil. Este día el Camino empezó con una subida por una pedregosa senda hasta los 1.030 metros de altitud que no acobardaron a nuestro peregrino más senior, Adrián. Vaya por delante nuestra admiración por su fortaleza y humanidad. Tras este duro comienzo, una placentera vía verde les condujo hasta Villena. A los postres de la comida, les acompañó otro gran peregrino, Paco Serra, que les dio todo su apoyo y buenos consejos. Y no penséis que aquí concluyó la jornada, por la tarde reanudaron la ruta hasta Caudete, por lo que los cuatro valientes se "enchufaron" casi 40 kilómetros ¿Son de admirar o no?

Biar al fondo


Abandonando la provincia de Murcia

Pisando tierras de Albacete

Caudete

Ese mismo día, en Benidorm, se presentaba la Campaña Coneixement! un proyecto para la prevención de los riesgos por consumo de alcohol y drogas. Una iniciativa con la que Alvaro se sintió muy comprometido desde el principio y que a lo largo del Camino irá apoyando. Así que, tal y como estaba previsto, se realizó la primera conexión radiofónica en directo ¿Queréis saber cómo fue?  Pinchad en el enlace En la Onda sin Drogas y escuchad los últimos 6 minutos ¡Qué emocionante estuvo!

Coneixement! llega a Caudete


Miércoles, 24 de abril
DÍA 5: De Caudete a Montealegre del Castillo (37 km)
Este día, antes de partir, tocaba despedir, no sin gran tristeza, a Juan Romero. ¿Quién nos cuidará ahora? se lamentaba el grupo. Un gran guía y amigo al que, sin duda, echarán de menos. 


Otra etapa de las duras; 37 kilómetros por recorrer sin ningún pueblo, bar, fuente ni nada de nada, pero nuestros amigos fueron previsores y se equiparon bien para afrontarla. Siguiendo las instrucciones que les dio Joaquín Requena, del albergue de Caudete, pararon en una pinada a comer una lata de sardinas que les supo a besugo y unas albóndigas que eran talmente solomillo ;-). Un fuerte viento del Este les ayudaba a llegar a su destino que parecía no llegaba nunca. ¿Cuánto queda? preguntaba Adrián igual que hacen los niños, y Alvaro, para que no decayera la moral, le engañaba -Tras esa loma...- Pero, finalmente, la meta llegó y una gran acogida les esperaba en el Ayuntamiento de Montealegre. La noche la pasarían en un buen albergue, sobre unas mullidas camas (o eso les pareció). Con la aparición de dos peregrinas procedentes de Alemania e Italia se empezaba a vislumbrar el típico ambiente xacobeo.  Atrás dejaban unas rutas tan desconocidas como apasionantes.


Montealegre


Jueves, 25 de abril
DÍA 6. De Montealegre a Pétrola (27.5 km)
Tras el desayuno, y unos minutos de agradable conversación con los lugareños, iniciaban, con una temperatura bastante baja y  algo de lluvia, el recorrido del día. El que Álvaro se pierda por el Camino no es una novedad ;-) así que ya estaba tardando; se entretuvo poniéndose el chubasquero y después se sorprendió andando por un trazado paralelo al de sus compañeros, pero como también son amigos, se juntaron de nuevo y continuaron su marcha bien guiados y avenidos. A su paso por una pequeña población, la Higuera, un monolito les desvelaba que menos de 1.000 kilómetros era lo que les separaba de Santiago. Una gran satisfacción comprobar que, como era de esperar, cada vez queda menos ;-))))

Adrián siempre encuentra el mejor sitio para descansar

Tras avanzar por una zona eólica, se abría la Mancha en toda su expresión, una recta infinita entre sembraos que se perdía en el horizonteA su llegada a Pétrola, Damián, muy amable, les entregaba la llave del punto de acogida y les ponía al tanto de todo. Dormirían junto a la Iglesia, en el rectorado. Una habitación grande con tres colchones les aguardaba. En momentos así, un detalle hospitalario como este puede suponer un motivo de gran felicidad.



Viernes, 26 de abril
DÍA 7. De Pétrola a Albacete (44 km)


"Estoy en una cama con sábanas y eso es algo excepcional en este Camino. Albacete no tiene albergue ni punto de acogida y nos hemos buscado un hostal, pero Alvaro, de la asociación de amigos del Camino de Albacete, ha venido a preocuparse por nosotros y a darnos buenos consejos para las jornadas venideras, pero empezaré por el principio:


Abandonamos Pétrola, tras desayunar en el restaurante San Juan, donde hemos comido, cenado y desayunado y nos han tratado con mucho cariño -en el resto de los bares, he de decir, son bastante antipáticos- por un camino de tierra ancho rodeado de lagunas llenas de flamencos y el croar de las ranas. Aún no había amanecido y sólo se las oía a ellas y a los miles de pájaros que por allí se despertaban.

Sin darnos cuenta, llegamos a Horna con más lagunas. El tiempo nos respetaba pese a las previsiones de lluvia y habían mas claros que nubes y encima sin viento. La primera parada para comer algo fue mágica, un precioso y tranquilo lugar. Seguimos caminando y empezamos a divisar a lo lejos Chinchilla, acercándonos poco a poco a la civilización. Empezamos a ver carretera. Tras cruzar varias vías de tren,l legamos a la estación de Chinchilla. Aquí la señalización se vuelve liosa por un litigio entre Valencia y Alicante, y, no sin dificultad, conseguimos entrar en Chinchilla Montearagón, un pueblo precioso que merece la pena conocer. Tras sellar en Turismo y dejar bien alto el nombre de Benidorm, nos comimos un menú de los buenos. Nos costó arrancar y en la salida nos liamos y casi acabamos en la autovía, ya que hay 2 caminos, el de Levante y el del Sureste, así que tuvimos que meternos campo a través y salvar unos barrancos recuperando, finalmente, la senda correcta. El cielo se oscurecía a nuestro alrededor y veíamos los aguaceros cerca pero nos íbamos salvando, salvo cuatro gotas mal contadas. El final se nos hizo largo y la entrada a Albacete un poco tediosa, pero finalmente y tras 44 km, llegamos al hostal. Adrián se metió directo a disfrutar de su acostumbrada mini siesta (dado que eran casi las ocho) y Elidio descubrió que su ampolla se había multiplicado y ya contaba cinco.


Ahora son las cinco de la mañana y sigo sintiendo el desacostumbrado tacto de las sábanas. Fuera se oye tronar y diluviar.


Comienza un nuevo día..."

* Transcripción literal de la crónica enviada por Álvaro

LLegando a Chinchilla

Adrián se despide de este Camino. Un gran peregrino y mejor persona

Del 20 al 26 de abril
Semana 1: Benidorm-Albacete (225 km)

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